A pesar de tener más de 500 conciertos sus espaldas, Madonna sigue mostrándonos diferentes facetas como artista en cada uno de ellos. En su último, perteneciente al "Rebel Heart Tour", nos asombra por su cercanía. Sorprende debido a lo íntima que es con su público, pero también porque con solo salir y mirar de manera frívola al Palau Sant Jordi nos dice quien es la que ha mandado, manda y mandará en el pop. Nos arrodillamos ante la única y definitiva reina del pop. A continuación la crítica del concierto del día 25 de Noviembe de 2015 en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
El concierto comenzó con una espectacular intro, digna de Hollywood, que mostraba a Mike Tyson y a ella misma. Tras un "Are you with me?" y ella mostrada como faraona del pop rodeada de miles de fieles (con su cara en dimensiones espectaculares) el show comenzaba. Empezaba con el brillante tema "Iconic", encerrada en una jaula Madonna mostraba sus aires de diva mientras todos boquiabiertos admiraban el espectáculo, todo esto, por supuesto, rodeaba de bailarines con los que interactuaba en todo momento. El show no paraba, era el momento de su último single "Bitch I'm Madonna", con estética japonesa se encargo de poner a bailar a los presentes, de nuevo interactuando con su espectacular cuerpo de baile. Se olvida de los bailarines y saluda al público barcelonés, esto dos temas han mostrado a una implacable ambición rubia que ha hipnotizado a todos. Ahora es el turno de recuperar unos de sus clásicos guitarra en mano, el único gran momento del instrumento como protagonista. "Burning Up" hizo lo que su título propiamente dice, incendiar al público.
La siguiente en desfilar fue "Holy Water", donde nos recuerda que un concierto de Madonna sin alusiones a la religión, no es un concierto de Madonna. Bailarinas vestidas de monjas y la propia Madonna bailando encima de ellas, también bailando en barras de striptease que ocupaban la pasarela. El tema fue enlazado con "Vogue" y de nuevo recuperando la nombrada anteriormente para rememorar la última cena. Momentos muy teatrales que recordaron a antiguos tours de la cantante, estéticamente muy vistosos y adecuados para sus conciertos. "Devil Pray" fue la siguiente en sonar.
Un interludio a cargo de "Messiah" dio paso a "Body Shop", el escenario se convirtió en un taller con gasolinera, con una interpretación muy teatral Madonna se marcó un puntazo. Atención porque llega una sorpresa, la recuperación en versión acústica de "True Blue", con lo que consiguió emocionar al Palau Sant Jordi. Si la recuperación del tema anterior nos sorprendió, el siguiente tema en desfilar lo hizo aún más, se trata de "Deeper And Deeper", actualizada y convertida en uno de los mejores momentos del espectáculo. Unas escaleras bajaron y era el turno de "Hearbreak City", interpretada de manera sensacional, después de esta, otra gran sorpresa: "Love Don't Live Here Anymore", con la que consiguió emocionar al público, Nada más sonar la primera frase de "Like a virgin" todo el Palau se puso en pie, era hora de disfrutar de una clásico de los 80 en clave de dance.
Madonna realizo un remix pastillero de "Living for love", se trataba de la misma mezcla que utilizo en algunas de sus actuaciones promocionales. Tras este llegaba el momento latino, el toque flamenco, como no con "La Isla Bonita", canción que el público supo saborear y disfrutar sin dejar de tocar palmas. Pasamos de la sección latina a la sección gitana, si hay que poner alguna pega o decir que fue lo más flojo del concierto sería sin duda alguna esta sección, Gypsy 80's medly, con "Dress You Ip", "Into The Groove", "Everybody" y "Lucky Star". Obviamente no porque se tratase de malas canciones, ya que se trata de muchos de su super hits, sino por la versión en que fueron interpretadas, aun así resultó de lo más divertido.
La cantante de Michigan ha recuperado muchas canciones en este nuevo tour, otro ejemplo sería su interpretación acústica de "Who's That Girl", canción que al tener muchas frases en castellano provocó que el público cantará de manera tierna esta ochentera canción. Era el momento de crear magia, Madonna realizo una interpretación brillante de "Like A Prayer", logrando las delicias del público y emocionando a todos los presentes con su interpretación en vivo, totalmente sensacional. Para cerrar esta sección eligió "Rebel Heart" saliendo muy bien parada en todos y cada uno de los sentidos.
El interludio de "Iluminati" hizo que los bailarines jugaran con la gravedad, y que el público quedará fascinado. "Music" comenzó a sonar, pero lo hacia a modo de cabaret, el público quería la versión dance normal, cuando menos se lo esperaron eso fue lo que les dio Madonna. Una de las mejores versión del popular tema que ha cantado hasta la fecha, infinitamente bailable y divertida, mezclada con una pequeña sección de "Spanish Lesson" (regalo a España) y algo de "Give it to me". "Candy Shop" comenzó a sonar, canción que ha interpretado en sus tres últimas giras.
Comienza a sonar "Material Girl" y la histeria se apodera del recinto, todo el mundo canta y disfruta de la popular canción, en una buena versión. En el tema Madonna tiraba a los bailarines, de una de las muchas tarimas, y recorría la pasarela con un velo mientras simulaba llegar al altar. Momentazo Madonna.
El escenario se puso de color rojo, dando un efecto muy bello, y ella realizó una deslumbrante versión de "La Vie En Rose", donde brillo con luz propia, al margen de su vestido Moschino que también brillaba lo suyo. Todos cantaban y miraban atónitos a una vocalmente muy acertada Madonna. Al margen de estar muy tierna se mostró divertidísima, ese toque de diversión es el hilo conductor de su último show, practicamente todo el se mostraba ingeniosa. "Unapologetic Bitch" fue la siguiente en desfilar, justo fue cuando la reina subió al escenario a un fan, para ofrecerle una banana y terminar la canción con un "Bye Bitches" en la pantallas.
El Bis o Encore final no fue otra que "Holiday", una de sus canciones favoritas. Resultó una absoluta celebración, todos cantaban este hit ochentero. Como broche final Madonna se marchó volando mientras las pantallas la escondían.
Pasarán los años y las giras pero Madonna siempre terminará dejando al público boquiabierto, así como sorprendiendo a todos los que acuden a sus shows. Ella es una estrella y no parará de sorprendernos nunca.
Pasarán los años y las giras pero Madonna siempre terminará dejando al público boquiabierto, así como sorprendiendo a todos los que acuden a sus shows. Ella es una estrella y no parará de sorprendernos nunca.
Foto inferior Página de Facebook de Madonna
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